El individuo de 69 años, identificado como William M., enfrentará ante la justicia francesa los cargos de asesinato, homicidio voluntario, violencia agravada y acto racista, mientras la comunidad kurda –blanco del ataque- y sectores políticos reclaman que sea procesado por terrorismo.
Sin embargo, existen muchas interrogantes en el caso, que van desde el estado de salud mental del agresor hasta las dudas de si actuó solo.
La víspera, William M. regresó a prisión tras un paso por la psiquiatría, después de que un médico determinara que su salud no era compatible con el encierro.
De momento se conoce la intención confesa, según la Fiscalía, del detenido de atacar a extranjeros, hacia quienes reconoció un odio patológico, pero al mismo tiempo se consideró presa de la depresión y de pensamientos suicidas.
El viernes, el ciudadano francés se dirigió primero a Saint-Denis armado, donde decidió no actuar porque había poca gente en el lugar, por lo que acudió a la calle Enghien del X distrito parisino, en la cual se sitúa un centro cultural kurdo, y abrió fuego indiscriminadamente.
El autor de la agresión con saldo de tres víctimas fatales había salido de prisión el 12 de diciembre bajo control judicial y con al menos dos procesos en curso, el más reciente de ellos relacionado con el ataque a emigrantes con un sable hace un año en París.
Para este lunes, el Consejo Democrático Kurdo en Francia convocó a una movilización en esta capital en homenaje a las víctimas, marcha que incluirá la llegada al número 147 de la calle La Fayette, donde fueron asesinados en 2013 tres militantes kurdos, en un caso no resuelto.
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