El mandatario abandonó la Casa Blanca anoche junto a su esposa Jill Biden con destino a Saint Croix, para desde allí disfrutar del sol caribeño junto a una piscina en una villa frente a la playa con vistas panorámicas en la mayor de las Islas Vírgenes estadounidenses, reseñó el diario New York Post.
En tanto, el caos en los desplazamientos, los más de 10 mil vuelos cancelados desde la Nochebuena, los cortes de electricidad generalizados y el aumento de los fallecidos por el clima de un solo dígito continúan en todo el Medio Oeste y la Costa Este.
Especialmente en el oeste de Nueva York unas 32 personas perdieron la vida en el condado de Erie, en Buffalo, en medio de más de 1,2 metros de nieve.
Un dato que aportó la prensa local es que no está claro a quién pertenece la propiedad vacacional adonde se aloja la familia Biden ni si pagará por su estancia allí, aunque el reporte asegura que tiene un largo historial de hospedarse gratis en casas de ricos donantes demócratas.
Junto a Biden y la primera dama también viajaron cuatro miembros del gabinete presidencial, entre ellos su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y Annie Tomasini, directora para asuntos de la Oficina Oval.
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