El mandatario reconoció el trabajo conjunto de las Fiscalías y otras autoridades de ambas naciones y afirmó que, una vez en el país, el principal sospechoso del crimen recibirá todo el peso de la ley.
Bernal, de 34 años, desapareció el 11 de septiembre luego de visitar en la Escuela Superior de Policía a su esposo, el entonces teniente Germán Cáceres.
Diez días después fue encontrado el cuerpo de la víctima en un cerro cercano a la institución policial.
El principal sospechoso del asesinato estuvo prófugo de la justicia durante casi cuatro meses, aunque había indicios de que había huido hacia la nación vecina.
Ese hecho impactó en la política ecuatoriana y sacó a la luz tanto los problemas en la formación de los uniformados como la realidad de la violencia de género en Ecuador.
El año 2022 fue el más violento para las mujeres de esta nación suramericana, con más de 270 femicidios contabilizados, según estadísticas de organizaciones sociales.
Ante las exigencias al gobierno por implementar acciones para frenar tragedias de ese tipo, a fines de noviembre el Ejecutivo transformó la Secretaría de Derechos Humanos en Ministerio de la Mujer, lo cual para analistas es solamente un cambio de nombre.
En opinión de madres cuyas hijas fueron asesinadas, el Gobierno solo apoya la lucha de las mujeres en el discurso, porque en la práctica no existen políticas públicas a su favor.
La Fundación Aldea adelantó que en los primeros días de 2023 publicará un informe que recogerá las cifras exactas de todo 2022, hasta la última semana de diciembre, que suele ser una de las más violentas.
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