De acuerdo con el texto, más de 28 millones de personas necesitan asistencia para sobrevivir la amenaza de hambruna y el invierno; sin embargo, las agencias de ayuda fueron obligadas a detener algunos programas debido a la falta de personal femenino.
El texto, publicado por el portal oficial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), urge a revocar la decisión del movimiento talibán anunciada junto con el veto para que las féminas asistan a la universidad.
La negativa para que las mujeres trabajen en ONGs humanitarias es un gran golpe para las comunidades vulnerables y para todo el país, agrega.
“Prohibir a las mujeres el trabajo humanitario tiene consecuencias inmediatas que amenazan la vida de todos los afganos”, señala el documento.
Las organizaciones ratificaron su compromiso de continuar su trabajo mientras evalúan el alcance de la restricción, aunque adelantaron que será necesario detener muchas actividades más.
El personal femenino es clave en todos los aspectos de la respuesta humanitaria en Afganistán en particular por sus sus roles como maestras, expertas en nutrición, líderes de equipo, trabajadoras de salud, vacunadoras, enfermeras, doctoras y líderes de organizaciones.
Las mujeres tienen acceso a poblaciones a las que sus colegas masculinos no pueden llegar, lo que las hace fundamentales para salvar vidas, agrega en ese sentido.
“Su experiencia profesional es indispensable. Su participación en la entrega de ayuda no es negociable y debe continuar”, apuntaron.
Ningún país puede darse el lujo de excluir a la mitad de su población de contribuir a la sociedad, concluye.
Por su parte, el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, uno de los firmantes de la petición, agregó en un comunicado emitido de forma independiente que las prohibiciones de los talibanes erosionan los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Achim Steiner estimó que el trabajo de las mujeres en diferentes campos, incluidos los que cuentan con el apoyo de organizaciones nacionales e internacionales, representa cada año más de mil millones de dólares en ingresos para los hogares del país.
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