Según el mandatario, el año que concluye fue «decisiones difíciles y necesarias, de pasos cruciales» hacia la plena independencia de Rusia, que ahora lucha por su futuro.
El jefe del Estado se dirigió a la población de su país no con el Kremlin en el fondo, sino lo hizo por primera vez estando al lado de los militares.
Según explicó su secretario de prensa, Dimitri Peskov, el discurso se grabó en la sede del Distrito Militar Sur de las Fuerzas Armadas, adonde Putin llegó por la mañana. En su intervención el gobernante destacó que 2022 fue un año que puso muchas cosas en su sitio, separó claramente el valor y el heroísmo de la traición y la cobardía, demostró que no hay mayor fuerza que el amor a la familia y a los seres queridos, la lealtad a los amigos y compañeros de armas y a la patria.
Occidente mintió sobre la paz, pero se estaba preparando para la agresión y hoy lo admite, sin timidez, abiertamente, y utilizan cínicamente a Ucrania y a su pueblo para debilitar y dividir a Rusia, agregó el mandatario.
Este año, Occidente declaró a Rusia una «verdadera guerra de sanciones»: «Los que la iniciaron esperaban la destrucción total de nuestra industria, finanzas y transporte. Esto no ocurrió, porque todos juntos creamos un margen de seguridad fiable», precisó Putin.
Ahora «lo importante es el destino de Rusia» y su defensa es «un deber sagrado para con nuestros antepasados y descendientes». «Estamos convencidos una vez más, de que un futuro soberano, independiente y seguro de Rusia solo depende de nosotros, de nuestra fuerza y voluntad», aseveró.
La lucha de Rusia por sus intereses y su futuro será un «ejemplo inspirador para otros Estados en su búsqueda de un orden mundial multipolar justo», y el país seguirá siendo grande e independiente, avanzará y vencerá, sentenció Putin.
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