El cortejo fúnebre terminó su recorrido en el Cementerio Civil de La Almudena de Madrid, a donde acudieron numerosas personas para rendir tributo al exsecretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), fallecido a los 95 años.
Al filo del mediodía la caravana partió desde la sede de UGT aquí, donde el miércoles se instaló su capilla ardiente, a la que acudieron diferentes personalidades políticas y sindicales, entre ellas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sánchez recordó a Redondo como una ‘referencia histórica’ y ‘un gran español’ que dio voz a las ansias de cambio y de democracia.
Por su parte, el actual secretario general de UGT, Pepe Álvarez, declaró que se trata del adiós a ‘una de las huellas fundamentales de la UGT y del sindicalismo de España’.
‘Fue valiente. Siempre se atrevió a decir lo que pensaba y a luchar por aquellas cosas en las que creía. Ha sido coherente, de las pocas personas que su coherencia le ha llevado a tomar decisiones en los momentos claves de nuestro país’, remarcó Alvarez, a quien se sumó el líder de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo.
Sordo, en particular, rememoró el papel de Redondo en la forja de la unidad sindical en España, y en este sentido destacó la ‘mítica huelga del 14 de diciembre de 1988’ contra el Gobierno de Felipe González.
En los funerales de Redondo, además de la presencia y comentarios de personalidades políticas y empresariales, entre ellas la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hubo manifestaciones espontáneas de simpatías de la población.
Llamó la atención, asimismo, las palabras del secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Antonio Garamendi, quien encomió a Redondo por ayudar a impulsar “un Diálogo Social que es fundamental para la estabilidad y prosperidad de España”.
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