En declaraciones divulgadas este jueves por el diario Il fatto Quotidiano, Crosetto señaló que en diciembre de 1997 Italia firmó el Tratado de Ottawa, sobre la prohibición de las minas antipersonales por lo cual, según dijo, se eliminó “la producción y suministro a cualquier país del mundo, incluida Ucrania”.
El titular se refirió a recientes declaraciones de la vocera de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, quien descartó la posibilidad de que Italia pueda ser garante de un eventual acuerdo de paz entre Kiev y Moscú, propósito anunciado a fines de diciembre pasado por la primera ministra, Giorgia Meloni.
Zajárova expresó el miércoles último que «es extraño para nosotros recibir propuestas de mediación de países que, desde el comienzo de la operación militar especial en Ucrania, adoptaron una posición antirrusa muy agresiva».
En noviembre del pasado año, a un mes de asumir su cargo, Crosetto reafirmó que se mantendrá durante 2023 el envío de suministros bélicos a Ucrania, “en los tiempos y formas que acordaremos con nuestros aliados atlánticos y con Kiev”, con una extensión de la legislación para realizar los envíos.
En una entrevista publicada el 2 de diciembre pasado por el diario Corriere della Sera, el ministro se refirió a las críticas al actual Gobierno de ultraderecha en relación con el envío de armas para el Ejército ucraniano, y reconoció que la mayoría de los italianos rechaza ese apoyo bélico.
El pasado 30 de diciembre, Meloni anunció que tiene previsto viajar a Kiev en 2023, “antes de fines de febrero”, para mediar en el conflicto entre esa nación y Rusia pues “estoy a favor de todo lo que se pueda hacer para promover la paz”, y añadió que “necesitamos trabajar en ello de manera concreta”.
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