Según explicó la climatóloga Christine Berne, “2022 supera el récord anterior en 0,4°C, lo que supone un gran salto” que no se había observado antes, alcanzando una temperatura media anual de 14,5ºC en todo el país.
El informe mostró que siete de los 10 registros más cálidos, consignados desde 1900, correspondieron a los últimos 10 años, con 2020 (14,07°C) y 2018 (13,9°C) en los puestos segundo y tercero, “desde 2014 todos los años han estado por encima de lo normal, a excepción de 2021 y 2016”, alertó Berne.
Tras un mes de diciembre excepcionalmente cálido, con 0,6°C por encima de lo normal, el año se cerró con una anomalía similar en todos los meses del año con excepción de enero y abril, lo que lo sitúa como “ejemplo emblemático de un año marcado por el cambio climático”, señaló la investigadora.
Unida a las altas temperaturas Francia vivió en 2022 una sequía histórica, con una falta de precipitaciones del 25 por ciento a lo largo del año, además de eventos como los devastadores incendios forestales en el departamento sudoccidental de Gironda, inundaciones, olas de calor marinas en el mar Mediterráneo, heladas tardías, tornados y una brutal tormenta en Córcega.
“La acumulación de estos registros coincide plenamente con la tendencia del calentamiento global. Siempre ha habido fenómenos excepcionales y picos antes, pero esto es una repetición, sobre todo durante este año 2022”, declaró el investigador de Météo France, Francois Gourand, al diario Libération.
Según los científicos este año excepcional podría convertirse en la norma en 2050, si no se reduce de forma drástica la emisión de gases de efecto invernadero pues el calentamiento global alcanza en Francia la cifra de +1,7°C, medio grado por encima de la media mundial que es de +1,2°C.
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