Esos comentarios siguen a los resultados de un sondeo de la empresa sueca EF Education First, que ilustró la caída el año pasado del gigante asiático del lugar 49 al 62 en un listado de 111 naciones no angloparlantes.
La compañía otorgó 498 puntos al país de un máximo de 800 y calificó el nivel de inglés aquí de bajo para participar en reuniones profesionales, entender canciones y escribir cartas.
Para el profesor universitario Wu Peng la persistencia de la pandemia de Covid-19 melló la habilidad de hablar ese idioma en China por la falta de conferencias internacionales, concursos y oportunidades de interactuar con extranjeros.
También señaló como factor negativo que el sistema y los maestros no se adaptan a los métodos globales de enseñanza más modernos.
Su colega Zhu Shenhai, de la Universidad Normal de Guangxi, lamentó la decadencia de la atmósfera para aprender inglés en años recientes y el llamado de algunas personas a restarle importancia a ese idioma, lo cual considera que también inciden en el bajo nivel de los estudiantes.
Recordó que el dominio de dicha lengua ayudó a China a desarrollar más rápido la ciencia y la tecnología, propició que su población sea más receptiva a las culturas extranjeras y es vital para contar la realidad del país.
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