Djokovic derrotó en la final al estadounidense Sebastian Korda en tres parciales, con tanteadores de 6-7 (8/10), 7-6 (7/3) y 6-4, en un maratónico partido de más de tres horas.
El serbio tuvo que salvar una bola de partido en el segundo set antes de lograr el trofeo 92 de su carrera, y extendió su récord de imbatibilidad en Australia a 34 partidos seguidos.
A sus 35 años, el europeo ganó su quinta final consecutiva desde que se impuso el año pasado en Tel Aviv.
Ha sido una semana maravillosa. Estar ahora aquí es un regalo, sentí definitivamente que estaba jugando en casa, afirmó el actual número cinco del mundo.
Fue además un golpe sobre la mesa del serbio de cara al Open de Australia, que comienza dentro de una semana y donde intentará igualar el récord de victorias en Grand Slam de Rafael Nadal (22), quien se impuso el pasado año en ausencia de Djokovic.
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