“Condenamos enérgicamente las acciones de los representantes radicales de la oposición brasileña, que el 8 de enero de este año, se organizaron en los edificios de las autoridades estatales ubicados en la capital de ese país”, resaltó la vocero María Zajárova.
Calificó de inadmisibilidad los intentos de violar el orden constitucional, a su vez mostró su apoyo al presidente brasileño, quien asumió el 1 enero la presidencia.
“Transmitimos nuestra confianza en que gracias a su autoridad, avalada por los resultados de la voluntad popular y la experiencia de la gestión pública, será posible, apoyándose en los fundamentos democráticos del Estado, superar las consecuencias de lo ocurrido», agregó.
De acuerdo con la portavoz de la Cancillería, es necesario mantener la estabilidad política interna de Brasil, considerado por Rusia como socio estratégico, miembro activo de los BRICS y el G20.
Cientos de extremistas partidarios del exmandatario Jair Bolsonaro asaltaron el domingo el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño, así como los locales del Tribunal Supremo Popular y del Congreso, una acción calificada como terrorista y parte de una intentona golpista en ese país sudamericano.
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