Según el ente, en la víspera de la Navidad ortodoxa, el Servicio de Seguridad de Ucrania abrió tumbas en los cementerios de varios asentamientos donde fueron enterrados lugareños fallecidos de causa natural durante la estancia de las tropas rusas desde el 24 de febrero hasta el 6 de septiembre de 2022.
Tras esa exhumación, los cadáveres habrían sido desfigurados adicionalmente y arrojados a fosas especialmente preparadas.
Después, representantes de los servicios especiales y de las fuerzas del orden ucranianas habrían tomado fotografías y grabado en vídeo los cadáveres, así como simulado la realización de acciones procesales.
Todo esto con el objetivo de atraer la atención del público occidental.
Dichos hechos serán objeto de una evaluación desde el punto de vista penal, concluyó el Comité de Investigación de Rusia.
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