Que la Federación optase por mantener en el puesto de director técnico de Les Bleus a Didier Deschamps, una plaza que al parecer interesa a “Zizou”, resulta comprensible, después de que guiara desde el banquillo a la selección hasta la final del mundial de Qatar, pero lanzar dardos contra el otrora 10 luce injustificable.
El contexto es sencillo, el contrato de Deschamps terminó el 31 de diciembre, y aunque siempre estuvieron claras sus amplias posibilidades de extensión, algunos alimentaron la expectativa de que Zidane podría sustituirlo, hasta que el sábado renovó por cuatro años.
Inexplicablemente, Le Graët arremetió ayer contra el campeón del mundo de Francia-1998, equipo en el cual también militaba Didier y de capitán, en declaraciones a la cadena RMC Sport.
“Nunca me reuní con él ni consideremos separarnos de Didier Deschamps», dijo el directivo de 81 años, agregando que si Zidane lo hubiese llamado, “no habría contestado el teléfono”.
Según el presidente de la FFF, la llegada del exentrenador del Real Madrid estuvo siempre por debajo del radar, y acuso a “algunos” de inventar historias porque “no saben qué escribir”.
Respecto al futuro de Zidane y los rumores de que Brasil lo quiere en el banquillo, respondió que le daba absolutamente igual, “que se vaya a donde él quiera (…)”.
La estrella de Les Bleus y del PSG Kylian Mbappé fue de los primeros en reaccionar frente a los comentarios de Le Graët, quien por estos días enfrenta una auditoria en la FFF y denuncias de acoso sexual.
“Zidane es Francia, no se le falta el respeto a una leyenda como esta”, subrayó el futbolista en las redes sociales.
Exinternacionales franceses de la talla de Franck Ribéry y Youri Djorkaeff cuestionaron igualmente el despropósito.
También en el ámbito de la política son severas las críticas a Le Graët, con la demanda de la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, de excusas por manifestaciones que tildó de fuera de lugar.
Parlamentarios de diversos colores políticos fustigaron al federativo, e incluso la ecologista Sabrina Sebaihi consideró que había llegado el momento de ponerle fin al mandato de un “presidente indigno de representar al fútbol francés”, recordando escándalos como las acusaciones de acoso sexual.
Los vientos soplan en contra de Le Graët, al frente de la FFF desde el 2011, y ahora todavía más.
En el contexto de la nueva polémica, transcendió hoy que el directivo será interrogado mañana por inspectores como parte de la auditoría en curso sobre el funcionamiento de la institución, aunque no hay vínculo entre una cosa y la otra.
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