La revuelta popular que secundó la protesta estudiantil y demandó izar la insignia patria en aquella extensa área usurpada, devino el grito esperado contra la presencia colonial de Estados Unidos.
Sin embargo, la pacífica concentración fue bañada en sangre por disparos de las tropas norteamericanas acantonadas en el territorio ilegalmente ocupado de la vía interoceánica.
Sobre estos hechos, el historiador Jaime Flores precisó a Prensa Latina que los estudios permitieron confirmar que en esa batalla campal y desigual, murieron 21 personas y unas 500 recibieron heridas.
El fuego indiscriminado de las élites castrenses también ocasionó destrozos en el edificio de la Asamblea Nacional (parlamento) y en el Instituto Nacional, recordó.
A recibir el informe de la masacre y bajo una fuerte presión popular, al gobierno del entonces presidente de la República Roberto F. Chiari no le quedó otro camino que ponerse al lado del soberano y decidió romper relaciones diplomáticas con Washington, agregó el también profesor universitario.
En aquellos primeros días del año 1964, subrayó, la osadía de un pequeño país centroamericano desafiante ante la potencia imperial suscitó la solidaridad de naciones de América Latina y el mundo.
Para algunos analistas, la epopeya que inmortalizó a jóvenes como Ascanio Arosemena, Gonzalo Crance, Teófilo de la Torre, Jacinto Palacios y Alberto Oriol, entre otros, marcó el inicio de lo que luego fueran los Tratados Torrijos-Carter, suscritos el 7 de septiembre de 1977, y que permitieran en diciembre de 1999 que los nacionales recuperaran la administración del canal de Panamá y de las zonas aledañas.
El escritor Andrés Villa, en su libro “9 de enero La Novela”, relata que años más tarde, al desclasificar Washington varios documentos se supo en el registro oficial que su Ejército disparó 450 balas de rifle calibre 0.30, cinco balas calibre 0.45, siete mil 193 granadas o proyectiles de gas lacrimógeno.
También aceptaron haber usado 340 libras de químico CN-1 chemical (gas lacrimógeno suave) y 120 libras de químico CS-1 (gas lacrimógeno fuerte).
Varios actos en Panamá rememorarán este lunes la valentía de aquellos estudiantes que salieran eufóricos y llenos de patriotismo, para cruzar la Avenida 4 de julio (hoy Avenida de los Mártires) y entrar en la Zona del Canal, entonces un sitio en el medio de su territorio donde las leyes de su país no valían nada.
Finalmente el pabellón fue izado el 15 de enero de 1964 en solemne ceremonia ante la mirada atónita de estudiantes norteamericanos del colegio Balboa que vieron ondear las dos banderas.
Flores opinó que esos acontecimientos deberían tener mayor realce en los contenidos de los programas educativos, pues representan páginas de dignidad y patriotismo, fundamentos de la nacionalidad y esencia necesaria a disposición de las presentes y futuras generaciones.
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