Según declaró Pushilin al canal de Televisión Soloviov Live, Donetsk, que se adhirió a Rusia en septiembre pasado, está a la expectativa de la expulsión total de las fuerzas ucranianas tras los éxitos en la localidad de Soledar, pues marcaría el inicio de un momento muy esperado por la población local.
Las declaraciones del dirigente ocurren poco después de conocerse que el grupo Wagner, formado por militares de una empresa privada rusa, se había hecho con el control de Soledar, localidad situada al norte de Donetsk, y uno de los principales focos de hostilidades en Ucrania.
Pushilin explicó que con la salida de las fuerzas ucranianas de esa localidads se despeja el camino para la liberación de las estratégicas ciudades de Seversk y de Artiómovsk (conocida como Bajmut por Ucrania), ambas ocupadas por las tropas del régimen de Kiev.
Al liberar esas tres localidades, añadió el jefe en funciones de Donetsk, el siguiente paso será expulsar a las fuerzas ucranianas de las localidades de Kramatorsk y Slaviansk.
Donetsk, igual que Lugansk, se independizó de Ucrania en 2014, al no reconocer el golpe de Estado que en Kiev que derrocó al presidente Victor Yanukovich.
Desde ese año, ambas regiones que conforman el conocido Donbás, fueron objeto de una guerra sistemática por parte de los nacionalistas ucranianos, que tratan por la vía militar de recuperar esos territorios.
En septiembre de 2022, las dos repúblicas populares se incorporaron a Rusia tras celebrar sendos referendos en los que la mayoría abrumadora de sus poblaciones avalaron esa opción.
Rusia inició el 24 de febrero de 2022 una operación militar en Donetsk y Lugansk para «defender a los civiles que desde 2014 eran víctimas de genocidio por parte del régimen ucraniano».
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