«Eso es más del doble de lo que Estados Unidos perdió en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)», afirmó Larry C. Johnson, analista militar, al referirse a las cifras de fallecidos por esa causa.
La droga altamente adictiva y potencialmente letal, se ha convertido en un grave problema social y hace estragos entre el creciente número de ciudadanos en situación de calle en grandes urbes como Los Ángeles, California.
Estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) arrojaron que solo en 2021 dos terceras partes de los 107 mil decesos por sobredosis fueron atribuidos a opioides sintéticos como el fentanilo.
El producto, desarrollado como analgésico frente a dolores intensos de padecimientos como el cáncer, con frecuencia es vendido solo o entremezclado con otras drogas y como es 50 veces más potente que la heroína, incluso una dosis pequeña puede ser mortal.
La Administración de Control de Drogas (DEA) alertó que rápidamente el fentanilo pasó a ser el narcótico más mortífero a nivel nacional y según los agentes federales incautado suficiente fentanilo en 2022 como para matar a todos los estadounidenses.
La DEA reveló que el pasado año se interceptaron 379 millones de dosis de fentanilo potencialmente mortales (solo dos miligramos son suficientes para matar a una persona).
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