De acuerdo con fuentes citadas por medios locales, la identificación fue posible por las huellas dactilares del agresor, quien se encuentra entre la vida y la muerte en un hospital, después de recibir tres disparos de los agentes que lo neutralizaron en la terminal.
El libio tiene unos veinte años y cuenta con una orden de abandonar desde el verano pasado el territorio francés, al cual llegó hace tres años.
Asimismo, es un conocido de las autoridades por varios alias y delitos como robos, por lo que de momento sigue sin privilegiarse la tesis del acto terrorista en las investigaciones.
La Fiscalía activó la pesquisa por tentativa de asesinato, mientras la Fiscalía Antiterrorista sigue con atención la marcha de la misma.
El ataque se produjo antes de la 07:00, hora local, en la muy concurrida estación del Norte, en la que operan trenes que enlazan a esta capital con otras ciudades francesas y de Europa.
Seis personas, entre ellas un policía de fronteras, resultaron heridas, una de las víctimas con lesiones de mayor gravedad que el resto.
Según el ministro del Interior, Gérald Darmanin, el arma blanca utilizada no fue un cuchillo, pero sí una “extremadamente peligrosa”, confeccionada por el propio atacante.
Darmanin reconoció la actuación de los agentes en la escena de los sucesos, al igual que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
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