Al hablar en la ceremonia de traspaso de la presidencia pro témpore del grupo, que ostentó Pakistán y entregó por primera vez a la mayor de las Antillas, Guterres se refirió a su peso dentro de Naciones Unidas.
El máximo representante del organismo multilateral afirmó que el Grupo de los 77 más China (G77+China) “es un ejemplo del multilateralismo en acción”.
En ese sentido, mencionó la unidad y la colaboración, así como las vías para la solución de los conflictos como principios de este conglomerado de países, a los que agradeció, además, el apoyo a las reformas impulsadas en la ONU y al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Nuestro mundo –señaló- se enfrenta a una serie de retos difíciles profundamente entrelazados.
Comentó el impacto del aumento de la pobreza en el planeta, la persistente pandemia de Covid-19, la crisis alimentaria, energética y de vida agravada por la guerra en Ucrania, así como al caos climático, los conflictos y las violaciones de los derechos humanos.
Urgió a tomar medidas climáticas creíbles y ambiciosas, teniendo en cuenta que el calentamiento global está generando problemas graves, entre ellos desplazamientos masivos y daños a los ecosistemas.
El 2023 debe centrarse en dos objetivos: justicia y ambición para avanzar en la agenda común, añadió al insistir que será el principal apoyo al “G77 y a las personas que ustedes representan”. Integrado por 134 de los 193 miembros de la ONU, el grupo, que representa alrededor del 80 por ciento de la población global, surgió el 15 de junio de 1964 en Ginebra.
Durante todos estos años, pese a la diversidad, los países del grupo comparten intereses comunes como el respeto al derecho internacional, la promoción de la democracia o la protección de los derechos humanos.
La delegación cubana a la sesión de traspaso la presidió el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez.
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