En una votación en la central sindical de profesores y maestros del Reino Unido (Nasuwt) participó menos del 50 por ciento de los delegados reunidos para decidir sobre el comienzo del paro por demandas sociales, señala el diario The Guardian.
La publicación destaca que aún cuando la paralización de actividades labores cuenta con un apoyo mayoritario entre los empleados pertenecientes al Nasuwt, el mencionado trámite de procedimiento impidió a los trabajadores expresar sus exigencias.
El gobierno conservador del primer ministro Rishi Sunak se niega a efectuar un aumento visible de los salarios, antes de finalizar el año fiscal 2021-2022 en abril próximo, lo cual también le valió el rechazo del opositor partido laborista.
Durante las últimas semanas, las huelgas se extendieron al sector de la atención médica, al ferroviario, servicio de correos y al de la policía de fronteras, entre otros.
Sadiq Khan, el alcalde capitalino, adelantó que en su intervención esta jornada en la Cámara de los Comunes (parlamento) criticaría la posición del gabinete conservador, negado a abordar los daños ocasionados por el Brexit (salida de la Unión Europea, UE).
El dirigente laborista llamó a un debate pragmático sobre como retornar a una mercado común con el bloque comunitario y prevé proponer la creación de una lista regional ocupacional limitada, en la que los empleados extranjeros puedan recibir visa fácilmente.
Tal condición responde a la escasez de personal en algunas esferas de la economía y la lista, sobre todo en esta capital, ayudaría a lidiar con la falta de personal calificado en algunas esferas, señaló.
El gobierno británico, dominado por el partido Conservador desde 2019, debió afrontar las consecuencias de un alza de energéticos, causante de una inflación histórica que agudizó la precariedad de los salarios de los trabajadores y afectó sus condiciones sociales.
Los precios del petróleo y el gas crecieron a causa de la política en Europa de renuncia al uso anticipado de carburantes y al efecto bumerán de las sanciones aplicadas a Rusia, principal suministrador de combustibles a la citada región.
Occidente lanzó una guerra económica contra Rusia mucho antes que el presidente Vladimir Putin anunció el pasado 24 de febrero el inicio de una operación bélica en Ucrania para proteger a la población de Donbass, así como para desmilitarizar y desnazificar a ese país.
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