Así lo afirmó durante la ceremonia de traspaso de mando el presidente del país caribeño, Miguel Díaz-Canel, al tiempo que instó a articular acciones para vencer los obstáculos al progreso real de los pueblos. «La unidad es un hoy imperativo y la mayor de todas las urgencias», apuntó en un videomensaje.
El mandatario insistió en el compromiso de su país para trabajar por el desarrollo de naciones con las que –dijo- Cuba comparte una historia de abusos, pero también de objetivos y esperanzas comunes.
En esa misma línea, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, insistió en fortalecer alianzas dentro del organismo en lo que calificó como tiempos difíciles.
Solo mediante la construcción de consensos es posible avanzar hacia la realización de las legítimas aspiraciones de desarrollo, agregó el titular de Relaciones Exteriores al tiempo que insistió en la defensa de los intereses comunes.
Al respecto, el secretario general de la ONU, António Guterres, recordó la relevancia de la agrupación como «un ejemplo del multilateralismo en acción”.
El titular, mencionó la unidad, la colaboración y las vías para la solución de los conflictos como principios de este conglomerado de países.
Nuestro mundo –señaló- se enfrenta a una serie de retos difíciles profundamente entrelazados.
De acuerdo con el titular la 77 Asamblea General, Csaba Korösi, la presidencia de Cuba en el G77+China será exitosa para exigir un orden global más justo.
«Escuchar las prioridades que se ha trazado la nación caribeña es muy esperanzador, espero que se pueda avanzar y cuento con su liderazgo», dijo.
Cuba asumió este jueves por primera vez la presidencia del grupo, integrado por 134 de los 193 miembros de la ONU, que representan el 80 por ciento de la población mundial.
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