Expertos de la Universidad de Yale, Estados Unidos, descubrieron que los sistemas inmunitarios de las personas del sexo masculino recuperadas de la dolencia que fueron casos leves respondían mejor a las vacunas contra la gripe que las féminas en igual condición.
En esencia, el estado inmunitario de base en los hombres previamente infectados por el SARS-CoV-2 se alteró de forma que cambió la respuesta a una exposición diferente a la del coronavirus.
Según la revista Nature, las mujeres suelen mostrar una respuesta inmune general más fuerte a patógenos y vacunas, pero también son más propensas a sufrir enfermedades autoinmunes.
“Los varones previamente infectados produjeron más anticuerpos contra la gripe y mayores niveles de interferones, que son fabricados por las células en respuesta a infecciones o vacunas. Por lo general, las mujeres sanas presentan respuestas más potentes a los interferones que los hombres”, puntualiza la fuente.
La investigación apunta a la posibilidad de que cualquier infección puede modificar el estado inmunitario de una persona para establecer nuevos puntos de referencia.
Es probable -sugieren los especialistas- que el estado inmunitario de un individuo esté moldeado por una multitud de exposiciones y perturbaciones previas.
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