El periódico señaló que el reconocido activista tiene un monumento nacional en esta capital y su natalicio (el 15 de enero de 1929) dio motivo a uno de los 11 días festivos federales, pero “la paradoja del legado de King es que, aunque muchos le veneran, muy pocos le leen”.
Según el rotativo, la mayoría de los ciudadanos podría, quizás, recordar un puñado de sus citas más famosas, pero las enseñanzas reales del desaparecido activista afroamericano abarcan cinco libros, innumerables discursos y sermones, y años de correspondencia detallada.
Para el profesor de la Universidad de Harvard Brandon Terry, es necesario tomar en serio a King como filósofo, más que como un mero actor político.
“Y resulta que entendía muchas cosas sobre política que hoy hemos perdido de vista”, dijo el experto en la vida y obra de MLK en conversación con el Times a propósito de la jornada de celebración de este lunes.
Señaló que su pensamiento merece más estudio para comprender el verdadero radicalismo de la filosofía no violenta de King; de las complejas opiniones sobre la relación entre raza y clase; de sus amplias opiniones económicas, incluida la idea de que la economía debe estar al servicio de la comunidad (y no al revés).
Además, se entenderían las raíces de su oposición a la guerra de Vietnam; si hemos perdido la capacidad de lidiar con la «virtud» en la política actual; y mucho más, explicó.
MLK fue un ministro y activista bautista estadounidense que se convirtió en el vocero y líder más visible del movimiento de derechos civiles desde 1955 hasta su asesinato el 4 de abril de 1968.
En su discurso más famoso “Tengo un sueño”, que trascendió fronteras y le valió un gran reconocimiento y respeto a nivel internacional, expresó el deseo que sus «cuatro hijos vivan un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel».
Aquel 28 de agosto de 1963 delante del monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC, durante una histórica manifestación de más de 200 mil personas, afirmó que no estarían satisfechos hasta que «la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente».
El Día de Martin Luther King se celebra anualmente el tercer lunes de enero, alrededor de la fecha de su onomástico, como una forma para promover su legado.
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