Cada 26 horas una mujer fue asesinada por razones de género, cifras más alarmantes desde 2014, lamentó la directiva de la organización que cada año hace un mapeo sobre esos casos en esta nación andina.
En medio de historias desgarradoras de madres cuyas hijas fueron víctimas de femicidios se supo este martes en rueda de prensa que las provincias más violentas para las féminas son Guayas, Manabí y Esmeraldas.
Seis de cada 10 casos fueron agredidas con armas de fuego, exigimos a las instancias competentes acciones efectivas contra la violencia de género, subrayó Guerra.
En ese sentido también se pronunció la abogada Mayra Tirira, del colectivo feminista Surkuna, quien se refirió a la falta de ayuda y reparación para las familias de las asesinadas.
Mientras se escuchaban historias de cómo ocurrieron algunos de esos hechos criminales, una tela roja con velas y cruces acompañaba los discursos como símbolo de la sangre de las cientos de mujeres y niñas que perdieron la vida por agresiones en Ecuador.
El Estado no puede continuar en el mismo letargo, no podemos callar porque el silencio nos hace cómplice de los femicidios y justicia que tarda no es justicia, expresó Mónica Jiménez, madre de Nicky, una de las jóvenes asesinadas.
Janeth Sierra, que perdió a su hija Camila en 2019, pidió investigar todos los supuestos suicidios de mujeres porque muchos de estos encubren femicidios.
Queremos también garantías de no repetición, acceso a derechos y reparación para las víctimas y sus familias, aseveró Guerra, quien mencionó a la abogada Maria Belén Bernal, cuyo esposo, Germán Cáceres, confesó el crimen y está siendo procesado.
Ese caso estremeció la sociedad ecuatoriana y sacó a la luz la realidad de la violencia de género así como problemas en la formación de uniformados, pues el delito ocurrió al interior de la Escuela Superior de Policía.
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