La víspera en el programa de entrevistas Frente a Frente, del canal 4 de la televisión local, el vicepresidente Félix Ulloa lanzó una idea que ingresó como otra cosa sin respuesta para sus compatriotas.
Aún no hay decisión sobre si el presidente Nayib Bukele debe renunciar seis meses antes al cargo para presentarse a la reelección, dijo Ulloa, ya que según interpretaciones de la Constitución, el mandatario debe apartarse del gobierno un semestre antes de finalizar su tiempo en el cargo.
“Es una cuestión que él la va a decidir” cuando lo entienda prudente, dijo el político y abogado salvadoreño.
Otra duda se produce cuando muchos pobladores se preguntan ¿qué habrá después del régimen de excepción?, un asunto abordado la víspera por la investigadora y experta en derechos humanos Celia Medrano en una presentación en Radio YSUCA.
El Salvador enfrenta nuevos conflictos y nuevas violencias, generadas no solo por las pandillas, sino desde el Estado, dijo Medrano en referencia al régimen de excepción que permite las detenciones arbitrarias, militarismo y violaciones de derechos humanos, según su exposición.
No obstante, autoridades salvadoreñas son claras en su respuesta a esta interrogante. El estado de excepción culminará cuando esté tras las rejas el último pandillero, por lo que habrá demora atendiendo a que el número de detenidos aún no llega a los 64 mil de un estimado de 76 mil, aunque algunos elevan la cifra hasta 118 mil.
Por otra parte, la población desconoce las fases o hasta dónde llega el Plan de Control Territorial (PCT) ideado por el Gobierno para enfrentar y eliminar a las pandillas.
La fase 5 del PCT fue lanzada el pasado 23 de noviembre y se suma a las otras etapas que se encuentran en marcha: Preparación, Oportunidades, Modernización e Incursión, pero la población salvadoreña desconoce qué vendrá después.
El anuncio del presidente Nayib Bukele de la fase cinco tomó por sorpresa a muchas personas, pues muy pocos conocen del contenido del plan que, arropado por el estado de excepción, da tan buenos resultados al Gobierno, pese a denuncias de presuntas violaciones de derechos humanos en su ejecución.
En general, son varias las interrogantes que llenan de incertidumbre a muchos salvadoreños preocupados por el futuro personal y del país en los próximos años.
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