La iniciativa del republicano vedaría permanentemente los pasaportes de vacunación contra la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 en el estado, así como la posibilidad de que las escuelas y empresas exijan mascarillas o inmunógenos contra esa dolencia.
También la disposición impediría que los empleadores contraten o despidan en función de las inyecciones de ARN mensajero (también conocidas como ARNm), que enseñan a las células a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria si la persona se infecta.
Como indica la cadena CNN, DeSantis ha sido un crítico abierto de la mayoría de las medidas de mitigación de la pandemia.
En diciembre pasado, el político pidió a la Corte Suprema del estado que aprobara una investigación sobre lo que llamó “todas y cada una de las irregularidades ocurridas en Florida con respecto a las vacunas contra la Covid-19”.
En la petición presentada ante la corte, el gobernador solicitó la formación de un jurado para indagar sobre un amplio grupo de entidades asociadas con el desarrollo, distribución y promoción de los inmunógenos, incluidos los fabricantes farmacéuticos y sus ejecutivos, así como asociaciones médicas, recordó la televisora.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, actualmente el país experimenta un repunte de infectados, debido a que la subvariante XBB.1.5 de Ómicron se esparce rápidamente y representa el 43 por ciento de los casos de Covid-19 notificados.
Dicha cepa es la variante más transmisible en este territorio norteño, y constituyó el 30,4 por ciento del total de diagnósticos de la semana que finalizó el 7 de enero, un aumento del 20 por ciento respecto a los siete días anteriores.
El SARS-CoV-2 provocó la muerte de más de un millón de personas en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia en enero de 2020, y la esperanza de vida se redujo en casi dos años y medio.
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