El líder de la ONU comentó el efecto interrelacionado de desafíos como el cambio climático y el conflicto en Ucrania, que se acumulan “como autos en un choque en cadena”, y arremetió contra las petroleras por “vender su gran mentira” sobre el calentamiento global.
Durante el segundo día de sesiones del foro económico mundial, Guterres comentó que el aumento de la división geopolítica y la desconfianza de las últimas generaciones socavan los esfuerzos para enfrentar los problemas globales.
Identificó entre estos conflictos mundiales el aumento de la desigualdad, la crisis del costo de la vida por el alza de la inflación y los problemas con la energía, los efectos persistentes de la pandemia de Covid-19 y los paros en la cadena de distribución, entre otros.
Desde su perspectiva, el cambio climático es un “desafío existencial” y el compromiso global de limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1.5 grados centígrados “está a punto de esfumarse”.
Guterres arremetió además contra las petroleras por haber difundido una «gran mentira» al ocultar su papel en el calentamiento global. Para ello estableció un paralelismo entre la estrategia de estas y de las tabacaleras, que enfrentaron demandas masivas sobre los efectos de los cigarrillos.
«Algunos productores de energías fósiles eran totalmente conscientes en los años 1970 de que su producto estrella iba a quemar el planeta», afirmó.
Recordó un estudio publicado la semana pasada en la revista Science, que demostró como ExxonMobil desestimó las conclusiones de sus propios científicos sobre el papel de los combustibles fósiles en el cambio climático.
«Pero, como la industria del tabaco, hicieron poco caso a su propia ciencia», refiriéndose a los juicios que demostraron que las tabacaleras habían ocultado los peligros de sus productos.
Algunos gigantes petroleros vendieron la gran mentira. Al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas, añadió.
Más adelante, el secretario general instó al mundo a poner fin a la adicción a los combustibles fósiles.
«Actualmente, los productores de combustibles fósiles y quienes los apoyan siguen luchando para aumentar la producción, a sabiendas de que su modelo económico es incompatible con la supervivencia de la humanidad», afirmó.
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