Una nota publicada en el sitio oficial de la Presidencia de la República señala que en ese foro, convocado por el jefe de Estado, Sergio Mattarella, se valoraron, entre otros temas, las afectaciones del enfrentamiento entre Kiev y Moscú “en los equilibrios geopolíticos generales como en los efectos globales sobre Italia”.
Participó la primera ministra, Giorgia Meloni; el jefe del Estado Mayor, Almirante Giuseppe Cavo Dragone; el canciller Antonio Tajani, así como lo titulares del Interior, Defensa, Economía y Empresas, Matteo Piantedosi, Guido Crosetto, Giancarlo Giorgetti y Adolfo Urso, respectivamente, entre otras autoridades políticas y militares del país.
Se reafirmó durante el debate, el cual culminó hace pocas horas durante la noche del martes último, que el gobierno italiano mantendrá el apoyo a Ucrania en el conflicto bélico con Rusia, que se materializa con los envíos de suministros bélicos a ese país, los cuales continuarán durante 2023.
Por otra parte, según señala el informe, “el Consejo prestó especial atención al Mediterráneo ampliado, y sobre todo a Libia, el Sahel, los Balcanes y Oriente Medio, dada su importancia estratégica”, ante los problemas energéticos, alimentarios, migratorios y “la exposición a organizaciones terroristas», entre otros.
Se señaló además la importancia de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “preste la debida atención también al frente sur de la alianza” y se debatieron sobre las iniciativas de Italia, dentro de la Unión Europea (UE), junto a otros países de la región, “para enfrentar los desafíos del Mediterráneo de manera coordinada”.
Los participantes examinaron el estado de eficacia del instrumento militar italiano y sus necesidades para asegurar que se corresponda con criterios acordados por la OTAN y la UE, así como con el trabajo en esta última organización regional para construir una defensa común, promoviendo capacidades militares de manera cooperativa.
En tal sentido se examinó la necesidad de que el instrumento militar combine siempre dos líneas de acción paralelas, la operativa y la cooperativa, con integración conjunta e interoperabilidad, y con una visión común de los desafíos, en el marco de una estrategia que promueva los avances tecnológicos y la competitividad de la industria nacional.
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