Ocupó titulares el anuncio que hiciera el jueves del Departamento de Defensa sobre otro paquete de respaldo a Kiev valorado en dos mil 500 millones de dólares.
La partida incluye docenas de vehículos de combate Bradley y autos blindados de transporte de personal Stryker, hecho que, según Rusia, es una postura peligrosa de Washington.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió que la entrega de ese tipo de armamento a Ucrania significaría llevar el conflicto a un nuevo nivel, lo que, por supuesto, “no será un buen augurio desde el punto de vista de la seguridad global y europea”.
La prensa también dedicó espacio al discurso de Biden la víspera, en el cual presumió de logros al cumplir sus dos años en el cargo.
El mandatario habló en la Casa Blanca en la culminación de la Conferencia de Alcaldes que tuvo lugar en esta capital del 17 al 20 de enero.
En sus palabras, el ocupante del Despacho Oval aseguró que su plan económico para el país es “exportar productos, no trabajos” y resaltó las leyes de inversión en infraestructura y semiconductores que fueron aprobadas en sus primeros 24 meses en la mansión ejecutiva.
Aunque el gobernante demócrata llegó este viernes a la mitad de su periodo presidencial con buenos datos de empleo interfieren en su gestión las tensiones en el Congreso entre los miembros de los dos principales partidos por el tema del tope de la deuda.
Biden sostuvo que una de las cosas más importantes es que los republicanos no bloqueen el aumento del techo de la deuda y anticipó que tiene pensado reunirse con el líder de la Cámara Baja, Kevin McCarthy.
Estados Unidos alcanzó el techo de endeudamiento de 31,4 billones de dólares (millón de millones) el 19 de enero, y los republicanos presionan desde su posición de dominio en la Cámara Baja para condicionar cualquier acuerdo a un recorte masivo de gastos sociales.
Sin embargo, la administración Biden advirtió que tal demanda es comparable con una toma de rehenes de la economía estadounidense.
De momento, para evitar el impago, el Departamento del Tesoro decidió aplicar medidas extraordinarias hasta junio que permitirán que en ese tiempo demócratas y republicanos pacten, pero se afectarán servicios internos y fondos de jubilación y ahorro de los funcionarios federales.
En caso de un default (que el país no cuente con dinero líquido para enfrentar su deuda) se perderían millones de empleos y se originaría una profunda recesión con implicaciones globales.
Otro asunto que siguió la prensa es la investigación por los documentos clasificados encontrados en varias oficinas privadas de Biden y en su casa de Delaware.
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