Las estadísticas salieron a la luz tras el tiroteo masivo registrado anoche en la ciudad californiana de Monterey Park, donde al menos 10 personas perdieron la vida e igual número fueron heridas, algunas de ellas de gravedad.
El estudio publicado esta semana en JAMA Network Open analizó que esa cantidad de decesos ocurrió desde 1990.
Los investigadores determinaron que las tasas de mortalidad por esos artefactos aumentaron para la mayoría de los grupos demográficos en los últimos años, en especial durante la pandemia de la Covid-19.
El estudio evaluó igualmente que persisten grandes disparidades en el patrón de los fallecidos.
Para el coautor del acercamiento al tema, Eric Fleegler, médico de urgencias pediátricas e investigador del Hospital Infantil de Boston y de la Facultad de Medicina de Harvard, la gran magnitud del problema lleva a Estados Unidos a estar ante un «nuevo momento en la historia de las muertes por armas de fuego».
La tragedia de Monterey Park -ubicada a unos 11 kilómetros del centro de Los Ángeles-tuvo lugar durante la celebración del Año Nuevo Lunar en esa comunidad predominantemente asiática.
En territorio estadounidense son frecuentes los hechos de violencia armada que, según el presidente Joe Biden, es la epidemia que desangra al país.
Entre las peores masacres de los últimos tiempos se relacionan aquí la matanza en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, el 24 de mayo de 2022, donde fallecieron 19 niños y dos adultos; la del 3 de agosto de 2019 en un centro comercial de Walmart en El Paso, Texas, que dejó 20 víctimas fatales y en Parkland, Florida.
La de Parkland fue el 14 de febrero de 2018 y tuvo como escenario la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, cuyo autor, un exalumno del propio centro escolar, mató a 17 personas.
En lo que va de año se reportan 33 tiroteos masivos en Estados Unidos, de acuerdo con el rastreador en línea Gun Violence Archive.
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