Al Partido Republicano, que intenta pasar la página de la crisis política creada hace pocos días con la elección del presidente de la Cámara de Representantes, Biden le regaló una oportunidad única, señalan medios de prensa.
El tema de las 15 rondas de votaciones que necesitaron para definir a Kevin McCarthy como líder en la Cámara Baja pasó a segundo plano con los hallazgos de los documentos sensibles que también el actual gobernante se llevó a casa, pero durante su época como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
Los agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) encontraron el viernes más archivos secretos, de acuerdo con la información ofrecida la víspera por el abogado personal del mandatario.
El hecho pone sobre el tapete un tema recurrente en la política estadounidense en los últimos años: la mala gestión de documentos oficiales del gobierno, advirtió la CNN.
La televisora recordó que el uso de una dirección de correo electrónico privado por Hillary Clinton en su etapa como secretaria de Estado (2009-2013) muy probablemente le costó sus aspiraciones presidenciales.
El registro del FBI en la residencia de Biden ocurrió cinco meses después de que oficiales federales obtuvieran una orden de requisa en la mansión del expresidente Donald Trump (2017-2021) en Mar-a-Lago, Florida, donde recuperaron cientos de documentos clasificados.
Con Biden, el problema para la Casa Blanca es extra por una cuestión de transparencia porque el actual ocupante del Despacho Oval criticó a Trump mientras él también andaba con algunos trapos sucios similares.
La primera vez que se supo de esos archivos fue en noviembre de 2022, una semana antes de las elecciones de medio mandato y solo fue en enero de este año que la caja de pandora se abrió.
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