El patriarca, acompañado por el jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú de la Iglesia Ortodoxa, el metropolita Antonio, ofició una misa en la rehabilitada iglesia de Mar Georges ubicada en la ciudad de Abin, al este de Damasco.
El hecho que musulmanes y cristianos estén presentes en la reapertura de este lugar demuestra la convivencia que siempre caracterizó a la sociedad siria, manifestó.
Agradeció el trabajo conjunto entre las dos iglesias ortodoxas en Siria y Rusia, que resultó en la reapertura de este lugar de culto nuevamente.
La iglesia data de 1870 y fue blanco de ataques terroristas de 2011 a 2018, fecha de liberación de la localidad de los grupos radicales.
Mientras en la ciudad de Zabadani al oeste de Damasco, la iglesia de la Dormición de la Virgen María fue inaugurada tras someterse a obras de restauración de los daños ocasionados por el terrorismo.
Hoy es un día de alegría, ya que pudimos reabrir este lugar con la ayuda de la Iglesia rusa y los esfuerzos concertados de los residentes, dijo el patriarca.
Reiteró que el pueblo sirio quiere vivir en su patria en amor y armonía, y desea que la paz prevalezca en el mundo.
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