“Un nuevo paso hostil proviene desde Estonia para reducir radicalmente el tamaño de la embajada rusa en Tallin, lo que confirma la línea sobre el colapso de las relaciones entre nuestros países. Como respuesta, la parte rusa decidió reducir el nivel del representante diplomático en ambos países a encargado de negocios temporal”, subrayó el comunicado de la cancillería rusa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia convocó al embajador de Estonia en Moscú, Margus Laidre, para manifestarle el descontento hacia las acciones de las autoridades de ese país.
La reacción fue citar al embajador de Rusia en Tallin, Vladimir Lipaev, para comunicarle que salida del territorio nacional en concordancia con la salida del de Estonia, Margus Laidre, de Moscú, argumentó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la república báltica.
De acuerdo al informe, el embajador de Estonia debe abandonar Moscú el 7 de febrero de 2023, “los estonios destruyeron deliberadamente toda la gama de relaciones con Rusia”.
Para la diplomacia rusa es inadmisible la creciente rusofobia, y hostilidad desde la política estatal, “Continuaremos respondiendo a los pasos hostiles del liderazgo estonio”, concluyó el documento.
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