La portavoz del gobierno ruandés emitió un comunicado según el cual la víspera un (cazabombardero) Sukhoi-25 de la RDC violó por tercera vez el espacio aéreo por el distrito de Ruvabu; adoptamos medidas defensivas. Ruanda pide a la RDC que detenga esta agresión”.
Horas después el Ministerio de Comunicación de la RDC negó que el avión volara por el espacio aéreo ruandés y “condenó el ataque al aparato por el Ejército ruandés, un acto deliberado de agresión que equivale a una acción de guerra”.
Las dos violaciones anteriores a las que alude Ruanda ocurrieron en noviembre y diciembre pasados, según la versión de ese país, que la RDC niega.
Ambos estado están enfrentados por acusaciones de Kinshasa sobre el alegado apoyo del Ejército ruandés al movimiento Marzo 23, integrado en su mayoría por miembros de la etnia tutsi, en control de zonas del oriente de la RDC.
En respuesta, Kigali afirma que la RDC apoya al autodenominado Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda, integrado por miembros de la tribu hutu, autores del genocidio en 1994, en el que fueron asesinados entre 500 mil y un millón de tutsis.
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