En la sede de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), en Quito, tuvo lugar el encuentro en el cual se recordó el proceso que conllevó al nacimiento del Estado Plurinacional el 22 de enero de 2009, calificado como un hito de inclusión social, cultural y económica.
La Carta Magna aprobada ese año estableció el reconocimiento de 36 nacionalidades originarias, las cuales eran históricamente excluidas.
La embajadora boliviana en Ecuador, Segundina Flores, afirmó que los pueblos indígenas de su país, a los que ella representa, son una estructura fuerte, organizada, que toman las decisiones sobre la base del respeto.
Resaltó cuánto ha avanzado Bolivia gracias al trabajo conjunto de las comunidades y al liderazgo tanto del expresidente Evo Morales, quien fue el primer indígena en ser jefe del gobierno, y el actual mandatario Luis Arce.
En la cita se proyectó un video que rememoró cómo esa construcción colectiva fue interrumpida en 2019 durante un año debido al golpe de Estado promovido por oligarquías fascistas y racistas con apoyo del exterior.
No obstante, como comentó Flores, el retorno de la democracia en 2020 y el accionar de los más humildes, con un rol protagónico de las mujeres, posibilitaron retomar el camino de la recuperación social y económica, así como el fortalecimiento de un estado incluyente e intercultural.
La celebración contó con la presentación del Ballet Centro Cultural Inkari que hizo una demostración del baile de Morenada, danza folclórica típica del carnaval de Oruro, Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Luego de desear «jallalla» a Bolivia, expresión aymara de aclamación y buenos deseos, se desarrolló la fiesta de la Alasita, una fiesta tradicional andina en la cual el Ekeko -representado por un hombre regordete y de baja estatura- carga bienes y alimentos y cumple deseos el 24 de enero.
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