“Los invito hoy a celebrar esta tradición para que a nuestra región no le falte nada durante este año, y hagamos realidad nuestros sueños”, aseguró la víspera el mandatario antes de concluir su discurso en el foro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Arce explicó que todos los años, desde las 12 del día del 24 de enero comienza esta celebración en la cual, llenos de fe, los bolivianos buscan “hacer realidad muchos de nuestros sueños, y adquirimos lo que necesitamos en las ferias de Alasitas, donde encontramos objetos hechos en miniatura”.
Describió que entre esas creaciones artesanales la población compra réplicas de alimentos, casas, herramientas de trabajo, títulos de propiedad para tener casa propia, de estudios, pasaportes para aquellos que quieren viajar y, no pocos, dinero en miniatura.
Tras su intervención en la plenaria del foro regional en que no participan Estados Unidos ni Canadá, el jefe de Estado se trasladó a la plaza Juana Azurduy de Padilla, en Buenos Aires, y allí participó de la inauguración de la fiesta en esa capital, la cual acoge a gran parte de los más de 500 mil bolivianos residentes en el vecino país.
En su recorrido, los expositores entregaron obsequios en miniatura al mandatario, mientras muchos se acercaron a saludarlo y tomarse fotos junto a él.
La televisión boliviana destacó el obsequio de Arce a su par argentino, Alberto Fernández, en esta fecha: un Ekeko (dios de la abundancia) vestido con el uniforme de la selección de fútbol de ese país, que en una mano portaba la Copa mundial ganada por ese equipo en Qatar-2022, y en la otra, billetes en miniatura con la imagen de Lionel Messi.
EN BOLIVIA
El presidente en ejercicio y la ministra de la Presidencia, David Choquehuanca y María Nela Prada, respectivamente, participaron este martes en la inauguración de la feria de la miniatura instalada en el kilómetro cero de la ciudad gubernamental, la Plaza Murillo.
Ambos junto a otros altos cargos gubernamentales recorrieron los diferentes puestos de los artesanos y a su paso obsequiaron billetes en miniatura a cientos de paceños que los saludaron.
En declaraciones a la prensa, Prada significó que esta celebración ratifica «la riqueza de nuestras raíces, la riqueza de nuestras culturas, que es la feria de Alasitas y estamos felices de compartir”.
Enfatizó en que se trata de “una fiesta en la cual depositamos todo nuestro corazón y todo nuestro pensamiento, nuestras fuerzas en aquello que queremos que se haga realidad que es Alasita y seguro que nuestro dios de la Abundancia lo va a hacer realidad”.
La autoridad señaló que Bolivia registra un crecimiento económico sostenido en el contexto de la reactivación gracias a las políticas aplicadas por la actual gestión gubernamental.
Y Prensa Latina confirmó esa realidad en las filas y aglomeraciones de compradores de todo tipo de miniaturas en las Avenidas Arce, 16 de julio, el Parque Urbano Central, las más grandes en las plazas Murillo y San Pedro.
Igual concurrencia caracterizó el panorama de las avenidas Camacho, Mariscal Santa Cruz y en diferentes zonas en que la población acude a adquirir estas creaciones artesanales.
Esa masividad en el consumo evidencia que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo del Gobierno de Arce cumple la función de un gran Ekeko, que fortalece en la actualidad el poder adquisitivo de las y los bolivianos.
La Feria de Alasitas (en aymara significa “cómprame”) es una tradición de la ciudad de La Paz que se remonta a antiguas tradiciones de esa comunidad originaria; por esa valía de las culturas bolivianas, la Unesco declaró en diciembre de 2017 a los Recorridos Rituales en la Ciudad de La Paz durante la Alasita como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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