Según trascendidos desde el Palacio de la Moncloa, el tema migratorio y los flujos de cooperación económico-comercial, son los asuntos en los que la administración del socialista Pedro Sánchez pone más énfasis.
Todo no obstante las críticas crecientes por su cambio de postura respecto al Sáhara Occidental, algo que fue nuevamente fustigado en el recién finalizado XVI Congreso del Frente Polisario, realizado en el campamento de refugiados de Dajla.
En contravía, justamente la cita al más alto nivel en Rabat, consolidará el alineamiento del Gobierno de Sánchez en contra de la aspiración del pueblo saharaui al derecho a su autodeterminación, independencia y soberanía.
Precisamente, el acercamiento de Madrid con Rabat enturbió la relación de España con Argelia, otrora socio estratégico en el comercio y especialmente en el suministro de gas.
De todas formas, la denominada Reunión de Alto Nivel (RAN), la primera desde 2015, es posible por el anuncio de Sánchez de que España considera el plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara como ‘la base más sólida, creíble y realista’ para solucionar, un enunciado muy similar al hecho en el pasado por Donald Trump.
En el cónclave de Dajla el reelegido líder del Polisario, Brahim Gali, no escatimó en descalificar a Sánchez y a España con esa postura, y reiteró que el único camino del pueblo saharaui es continuar con la lucha armada.
Sánchez también ha sido fustigado por su socio minoritario en la Moncloa, la alianza Unidas Podemos, lo mismo que por la principal fuerza opositora, el conservador Partido Popular (PP).
Una crisis con Marruecos derivó en este cambio de postura cuando Gali ingresó a España por razones humanitarias al padecer Covid-19 y lo hizo de forma irregular.
Rabat no sólo retiró a su embajador, sino que abrió las puertas a una llegada masiva de migrantes irregulares a Ceuta, España, sin impedirlo las fuerzas de seguridad de la nación magrebí.
La vuelta a la normalidad relativa en Ceuta y Melilla le ha dado un respiro a los españoles, si bien son ciudades muy frágiles en este sentido.
Tres ministros del actual Gobierno español, en la órbita de Unidas Podemos, declinaron asistir a la RAN de Rabat, la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, la de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el jefe de la cartera de Consumo, Alberto Garzón.
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