Los más de 61 mil candidatos a los diferentes cargos podrán hacer proselitismo hasta el jueves y desde ese día regirá el silencio electoral hasta el domingo 5 de febrero, fecha en la que más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas.
Con solo dos días restantes de campaña los aspirantes a prefectos, alcaldes, o concejales, intensifican sus actividades con entrevistas en medios de comunicación, caravanas y mucha actividad en sus redes sociales.
En esta campaña, de escasos mítines multitudinarios en las calles, las plataformas digitales -en particular Tik Tok- han sido los escenarios principales de la batalla y allí lo mismo bailan, que cantan, que intentan ser virales con actuaciones simpáticas… todo por ganar un voto.
Para conectar, sobre todo con los más jóvenes, acuden lo mismo a parodias de la ya saturada canción de Shakira y Bizarrap o a la frase “Qué mirás, bobo” del futbolista argentino Lionel Messi en el Mundial de Qatar.
A estas alturas, los límites parecen haberse perdido y algunos usan la inseguridad como motor para obtener apoyo, como la alcaldesa de Guayaquil aspirante a la reelección, Cynthia Viteri.
La representante del conservador Partido Social Cristiano (PSC) desató la polémica al promover su imagen al estilo del videojuego de acción y violencia Grand Theft Auto V, aunque en versión local y bajo una etiqueta poco afortunada: GuayakillRP.
Viteri habla de “Guayakill”, que se traduce del inglés como matar o asesinar, precisamente en uno de los fines de semana más violentos en ese territorio, donde hubo al menos 15 homicidios el pasado fin de semana y aún así ella no propuso ninguna medida concreta contra la inseguridad.
Por otro lado, también se intensifica la campaña alrededor de la consulta popular que promueve el ejecutivo con ocho preguntas sobre diversos temas, desde representación política, medio ambiente, institucionalidad, seguridad, entre otros.
A pesar de que movimientos sociales y diversas organizaciones llaman a votar No, Lasso tiene altas probabilidades de ganar la consulta.
El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) explicó que esa paradoja se debe a que el Ejecutivo tuvo la habilidad construir exitosamente el clivaje de “sí o no al narcotráfico” y no hacer un referendo de la gestión gubernamental.
Una eventual victoria del Sí complejizaría el escenario para la izquierda, pues le daría un segundo y último aire de legitimidad a Lasso, pese a las investigaciones por presunta corrupción en su entorno, advierte la institución académica.
No obstante, el analista político y abogado Mauro Andino considera que aún cuando gane la opción gubernamental, eso a la larga le pasará factura a la administración, porque la ciudadanía le cobrará las soluciones prometidas, pero que la consulta no contempla.
Suceda lo que suceda el próximo 5 de febrero el panorama hacia 2025 quedará más definido, tanto en la reagrupación y liderazgo de organizaciones, como la salud política del presidente Lasso.
En el Ecuador actual la fragmentación de fuerzas y la ausencia de acuerdos tanto en el campo popular (Revolución Ciudadana y movimiento indígena) como de la derecha (PSC y CREO) apuntan a gobiernos débiles a manos de las principales minorías, subrayó la Celag en su análisis.
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