El exgobernante (2017-2021) es centro de indagaciones de esa agencia por sus presuntos esfuerzos para impedir la transferencia pacífica de poder al actual mandatario, Joe Biden, tras las elecciones de noviembre de 2020, así como por el supuesto manejo criminal de documentos clasificados.
La indagación, bajo la supervisión del abogado especial Jack Smith, parece avanzar luego de que dos personas que encontraron archivos con marcas sensibles en una instalación de almacenamiento de Trump en Florida testificaron ante un jurado federal, informó el canal CNN.
Los fiscales también ejercen presión para mirar los archivos en un ordenador portátil de al menos un miembro del personal alrededor del neoyorquino en Mar-a-Lago, su mansión en Florida, en la cual agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) encontraron papeles marcados como confidenciales y de “alto secreto” en agosto pasado.
A su vez, el diario The New York Times notificó que un fiscal de distrito en Manhattan convocó a un gran jurado para presentar evidencias respecto al hipotético papel de Trump en el pago de dinero para silenciar a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels durante su campaña electoral para la Casa Blanca de 2016.
En tanto, en la pasada semana, un procurador en Georgia dijo que las decisiones sobre los cargos relacionados con el esfuerzo del anterior ocupante del Despacho Oval para anular su derrota electoral de 2020 en el estado son inminentes.
Todo esto ocurre mientras Smith profundiza en el rol del magnate en la insurrección del 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus seguidores asaltó el Capitolio federal con el fin de impedir la victoria electoral de Biden, luego de los falsos reclamos del exmandatario sobre fraude en las urnas.
El pasado mes, el comité de la Cámara de Representantes que investigó los disturbios reveló referencias criminales contra Trump y recomendó al DOJ presentar cargos por incitar una insurrección.
Ahora el Departamento de Justicia tiene que decidir si quiere presentar cargos contra un exgobernante, lo cual carece de antecedentes en Estados Unidos.
En medio de la incertidumbre legal, el exmandatario hace campaña para una tercera nominación republicana en busca de la Casa Blanca y el pasado fin de semana estuvo en los estados de New Hampshire y Carolina del Sur.
Mientras tanto, Trump insiste en sus falsas afirmaciones del fraude electoral, en que no hizo nada mal el 6 de enero y que es víctima de una “cacería de brujas”.
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