Durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la Cancillería siria, los testigos oculares refutaron el informe emitido recientemente por el Equipo de Investigación e Identificación de la OPAQ que acusa al ejército sirio de perpetrar un ataque químico en abril del 2018 en la referida urbe. Vivo a unos 400 metros del lugar del supuesto ataque y no supe nada de su ocurrencia hasta el día siguiente y a través de las redes sociales, afirmó el abogado Muhammad al-Naasan.
Mientras Hassan Oyoun, un médico en el hospital donde fueron ingresadas las víctimas, aseguró que pocas horas antes del incidente los grupos terroristas presentes ahí nos pidieron prepararnos bien porque habrá una acción que causará un alto número de heridos.
La dirección del centro médico anunció el día siguiente que no se registraron muertes ni lesiones por sustancias químicos entre los ingresados, afirmó Mumtaz al-Hanash, otro médico residente en esta urbe.
A su vez, la médico Fatima Khanshour, confirmó que no se registraron síntomas de lesiones por sustancias químicas entre los paramédicos que trasladaron los heridos al hospital.
El delegado sirio ante la OPAQ, Milad Attia, denunció en la misma conferencia de prensa, que el equipo de investigación realizó su trabajo bajo presiones de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña para salir con conclusiones que justifiquen su agresión con misiles contra Siria el 14 de abril de 2018.
El informe de investigación dependió de fuentes ajenas y en información obtenida de países y entidades hostiles a Siria, además de fuentes abiertas como páginas de redes sociales administrados por organizaciones terroristas, aclaró.
Según el diplomático, el documento se aprobó a pesar de que la ONU y la OPAQ reconocieron que Siria destruyó en 2014 todo su arsenal de armas químicas en un tiempo récord de seis meses.
Aclaró que las acusaciones de que Siria usó sustancias químicas siempre se promovían pocos días antes de cualquier reunión del Consejo de Seguridad o de Derechos Humanos para influir sobre la opinión pública y evitar que el ejército avance en estas áreas para liberarlas del terrorismo.
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