Durante una reunión encabezada por el presidente Bashar Al-Assad, se efectuó una evaluación general de la situación y se identificaron los lugares más afectados, ubicados principalmente en las gobernaciones de Alepo, Hama y Latakia.
Entre otras medidas, se declararon en alerta todos los ministerios, instituciones y entidades de protección civil, bomberos, salud y del sector de construcción para realizar operaciones de salvamento y remoción de escombros.
Se ordenó también a los gobernadores movilizar todas los cuadros humanos y los vehículos de los sectores público y privado para contribuir al rescate de víctimas.
El Ejecutivo orientó ofrecer una atención médica urgente a todos los heridos en las distintas gobernaciones y movilizar todo el personal médico en los ministerios de Salud, Defensa y Educación Superior.
Se dieron también instrucciones para asegurar albergues y alimentos de manera urgente, y garantizar derivados del petróleo para abastecer las operaciones técnicas de emergencia en las gobernaciones afectadas.
El Ministerio de Comercio Interior fue instruida para asegurar los alimentos necesarios para los albergues y personas afectadas, mientras el Ministerio de Recursos Hídricos hará un chequeo rápido a las presas, embalses y plantas de bombeo de agua. La cifra preliminar de víctimas mortales por el devastador terremoto de magnitud 7,8 que azotó las provincias del centro y noroeste de Siria ascendió a 430 mientras mil 350 resultaron heridos.
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