Ucrania está en el centro de la cumbre de la UE, pero un año después del estallido de las hostilidades, es necesario centrarse en poner fin al conflicto, aseveró.
De acuerdo con Radev, todos los esfuerzos diplomáticos de la región deben concentrarse en la búsqueda de opciones para una solución pacífica al conflicto.
Bulgaria continuará apoyando a los ciudadanos ucranianos, pero pediré toda la fuerza de la UE para el cese de las hostilidades y lograr la paz, subrayó el presidente.
Ahora rara vez escuchamos llamados a la paz, pero escuchamos la voz de las armas, escuchamos llamados a la victoria, pero nadie explica qué significa esta victoria, agregó Radev.
En la madrugada del 24 de febrero del año pasado, la Federación de Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania para defender las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente ruso, Vladimir Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
La presión de las restricciones de Occidente aumentó después de que el gigante euroasiático oficializara el 30 septiembre la incorporación de las repúblicas de Donbass y las provincias de Jersón y Zaporizhzhia, tras los referendos en estos territorios.
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