Por Luis Manuel Arce Isaac
Corresponsal jefe en México
Los mexicanos conocen sobre la calidad profesional y abnegación de estos galenos desde larga data, pues contingentes de voluntarios tuvieron una destacada actuación en el desastroso terremoto de 1985 y desde entonces los vínculos con el sector de salud cubano se fortalecieron de forma extraordinaria.
La invitación al presidente Miguel Díaz-Canel para agradecerle personalmente en la hermosa Campeche la participación cubana en el ambicioso programa de salud popular en marcha, que transforma todo el sistema nacional -con asistencia médica y medicina gratuitas, y hospitales en actividad las 24 horas del día-, es muy significativa.
Y es que los especialistas cubanos son fundamentales para que en esas entidades se puedan aplicar los programas, principios y normas del nuevo sistema de salud que conduce el Instituto Mexicano de Seguridad Social, denominado oficialmente Plan IMSS Bienestar, con el que la nación aspira a igualar el de los países más avanzados de Europa.
López Obrador insiste en la trascendencia de ese apoyo cubano, y la población lo secunda con las muestras de agradecimiento a los profesionales que ejercen su trabajo en parajes remotos, algunos de ellos en los que nunca hubo ni siquiera un consultorio.
El presidente Miguel Díaz-Canel reiteró, por su parte, la voluntad del gobierno y pueblo cubanos de mantener y estrechar esa colaboración con la participación en el plan, en reciprocidad con los gestos de solidaridad de México y su presidente frente a desastres como el reciente incendio en la base de supertanqueros de Matanzas, donde la participación de especialistas mexicanos fue fundamental.
Los cubanos están presentes y activos desde el inicio del Plan IMSS Bienestar en los estados de Nayarit y Colima, seguido luego en Tlaxcala, Baja California Sur, Baja California, Sonora, Sinaloa, Veracruz, Guerrero y Campeche.
El director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto, confirmó que el proyecto es atender a 65,6 millones de personas sin seguridad social y brindar atención médica de calidad, universal y gratuita, a todos los mexicanos, de allí la importancia del apoyo de Cuba a ese programa de alta dimensión social.
Alfredo González, al frente del contingente, declaró a Prensa Latina que sus compatriotas laboran en los servicios asistenciales de hospitales de primer y segundo nivel, en su mayoría en comunidades de difícil acceso, desarrollan 30 especialidades en 70 municipios de 12 estados, y confirmó el arribo de otros 63 galenos para el completamiento de los 610 especialistas conveniados.
Destacó los niveles de actividad que en general se lograron en enero de 2023, el mejor desde que se inició el Convenio, lo que permitió un salto significativo en el acumulado desde julio de 2022 con más de 160 mil consultas médicas, más de siete mil intervenciones quirúrgicas, nueve mil sesiones de diálisis y mil 300 partos, entre otros resultados.
De igual manera, dijo, el rendimiento (productividad) en enero experimentó un avance notable en consultas por especialista y operaciones por especialistas de perfil quirúrgico.
En visitas a hospitales de diferentes estados se puede constatar una valoración positiva por parte de los directivos sobre el trabajo que realizan los especialistas cubanos, así como la integración favorable a los colectivos médicos y la satisfacción de pacientes y familiares, indicó González, quien está presente en Campeche en las nuevas conversaciones presidenciales sobre el tema.
SALVAR VIDAS, MISIÓN DE LOS GALENOS CUBANOS
González expresó que, además de jugar un papel importante en el ambicioso proyecto de salud de México, la misión de los médicos cubanos es salvar vidas, y puso como uno de los numerosos ejemplos que se dan a diario el del doctor Manuel de Jesús Molina Sánchez, 39 años, especialista en Cirugía General, quien arrebató de la muerte a un ciudadano con un tiro en el corazón: le extrajo la bala y lo salvó.
En entrevista con Prensa Latina, el cardiólogo-cirujano holguinero, del Hospital General Universitario Juan Paz Camejo, del municipio Sagua de Tánamo, cuya esposa es anestesióloga en Cuba, dijo que esta es su tercera misión internacionalista; antes las cumplió en Venezuela.
Aquí en México, señaló, llegó el 9 de septiembre de 2022 y trabaja como especialista en Cirugía General en el Hospital IMSS Bienestar María del Socorro Quiroga Aguilar, en Ciudad del Carmen, Campeche.
Durante mi trabajo en tierras mexicanas, relató, he participado en numerosas cirugías de diferente magnitud, pero destacó entre ellas algunos casos que por su complejidad fueron verdaderos retos.
Tal es el ejemplo de un pequeño de tres años que llegó en franco estado de shock por una complicación de una rara malformación de las vías biliares (Quiste del Colédoco roto). Batalló cinco días con ventilación mecánica y otros siete bajo el seguimiento estricto de un equipo multidisciplinario integrado por especialistas mexicanos y cubanos, «y logramos arrancarlo de las garras de la muerte».
También, indicó, el sorprendente caso de un paciente de 46 años, quien recibió múltiples heridas de arma de fuego alojándose un proyectil en el pericardio (bolsa que recubre el corazón), por lo cual fue necesario realizar una cirugía para extraer el cuerpo extraño.
Experiencias de esa naturaleza hay decenas y alcanzarían para escribir más de un libro, pero lo más interesante es el cariño y el respeto de los mexicanos hacia los profesionales cubanos y la alta valoración de su trabajo, formación y conocimientos; bastaron los excelentes resultados de trabajo para sepultar una campaña mediática en contra que nunca logró prosperar.
arb/lma