“Simplemente no estoy listo para hacerlo”, señaló el mandatario en una entrevista ante la pregunta de qué le impedía decidirse por otra postulación, indicó el canal CNN.
Después de las elecciones de medio término del pasado 8 de noviembre, el gobernante comentó: “Espero que mi mujer y yo podamos escaparnos unos días entre Acción de Gracias y Navidad para tomar una decisión”. Para la televisora, la reticencia de Biden a anunciar definitivamente sus intenciones es debido en parte al deseo de evitar que se desencadene el cumplimiento de las leyes electorales para los candidatos.
El demócrata cumplió el 20 de noviembre 80 años y pasó a la historia de este país como el primero en funciones con esa edad, en medio de especulaciones sobre si ello afectará su futuro político, al punto de impedirle competir por un segundo mandato en la Casa Blanca.
Como indica un reporte de CNN, el hecho de que Biden sea el primer octogenario en la Oficina Oval es algo que pocos en su entorno están interesados en resaltar, pues en caso de que se impusiera en las elecciones generales de 2024, tendría 82 años durante su toma de posesión y 86 al final de un segundo período.
A su vez, el presidente protagonizó episodios donde da la mano al aire, se cae, buscó durante un acto a una congresista que llevaba un mes fallecida, estuvo como perdido sobre un escenario sin saber muy bien qué hacer, olvida nombres, lo cual refuerza las preocupaciones sobre su salud y capacidad mental.
Sin embargo, para el analista político de la cadena Fox News Juan Williams, los estadounidenses quieren a un líder “lento y constante”, que haga las cosas y ofrezca una presencia tranquilizadora, lejos de la postura de su antecesor (Donald Trump), marcada por el caos, los tuits de medianoche e insultos.
Incluso, el político republicano Newt Gingrich mencionó que hay que aprender a dejar de subestimar a Biden, y lo consideró el candidato “casi inevitable” de las filas identificadas con el color azul para los próximos comicios.
Mientras el jefe de Estado mantiene en suspenso si competirá por la reelección, es centro de investigaciones del Departamento de Justicia luego de que aparecieran varios lotes de archivos con marcas de clasificación de su etapa como vicemandatario en la administración de Barack Obama (2009-2017).
El fiscal especial Robert Hur trabaja como supervisor de la pesquisa sobre el manejo de documentos gubernamentales por parte de Biden.
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