Según el más reciente informe sobre Panorama Laboral de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT – Américas), persisten los problemas de calidad de empleos mientras la inflación impacta en el nivel de los salarios.
En ese contexto, la región presenta un mercado de trabajo “altamente complejo y cargado de incertidumbre”, a causa de una conjunción de múltiples crisis que hacen necesaria la aplicación de políticas para crear empleo formal.
Según la Directora Regional, Claudia Coenjaerts, resulta urgente la implementación y fortalecimiento de diferentes tipos de políticas que contribuyan a la creación de empleo formal y al sostenimiento de los ingresos laborales.
El reporte mostró que la tasa de desocupación regional promedio estimada a fines de 2022 “es significativamente menor” que la de 2019, antes de la crisis provocada por la pandemia de Covid-19, cuando registró un nivel de ocho por ciento.
Para Coenjaerts, la baja de la desocupación “es una noticia positiva en especial tras la crisis de grandes dimensiones que provocó la pandemia”.
Sin embargo, “el escaso dinamismo de la economía pronosticado para 2023 afectará negativamente la generación de nuevos empleos y eso hará que en 2023 la desocupación registre variaciones”, llegando a niveles de entre 7,2 y 7,5 por ciento, alertó.
Por lo que el problema laboral más urgente es el de la calidad del empleo y los insuficientes ingresos laborales y totales generados por los trabajadores y sus familias, agregó la Directora Regional.
Apuntó además que los ingresos reales de personas trabajadoras están siendo afectados por una tasa de inflación regional que se habría ubicado por encima del ocho por ciento en 2022 y que causó una pérdida del poder adquisitivo de los salarios medios y los salarios mínimos.
Al respecto, la economista laboral de la Oficina Regional de la OIT y coordinadora de esta edición del Panorama Laboral, Roxana Maurizio, explicó que en la región “los ingresos laborales representan 80 por ciento de los ingresos de las familias”, y por eso son esenciales para entender las entradas y salidas de personas en situación de pobreza.
Para enfrentar esta situación “son necesarias las políticas de sostenimiento y creación de más y mejores empleos, especialmente de empleos formales”, agregó.
El informe de OIT plantea que también se requiere de políticas para ofrecer garantías de ingresos para quienes están más afectados por la pérdida del poder adquisitivo, en lo posible en vinculación con políticas activas para acceder al mercado laboral.
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