Según manifestó el alto funcionario este martes a la agencia de noticias Sputnik, esa decisión contribuirá a restablecer las relaciones de mercado, y en lo adelante Moscú obrará en función de cómo se comporte el mercado de hidrocarburos.
A finales de diciembre pasado, Nóvak mencionó que Rusia podría reducir su producción de petróleo entre 500 mil y 700 mil barriles diarios, es decir, entre un 5 y un 7 por ciento, a principios de 2023, debido al cese de entregas a países que se atengan al precio tope de 60 dólares por barril.
El anuncio de este viernes empujó de inmediato al alza los futuros del crudo, y así el Brent alcanzó 2,06 por ciento más para llegar a los 86,22 dólares por barril, en tanto el WTI de marzo se colocó a 79,6 dólares por unidad.
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