El partido se jugará en Rabat, Marruecos, y es de cierta forma una repetición de lo sucedido en la Copa del Mundo de Qatar, donde justamente el país del Magreb se incluyó entre los cuatro grandes.
Para tomárselo más en serio, el técnico de los merengues, el italiano Carlo Ancelotti, convocó a los lesionados Karim Benzema y Eder Militao, aunque no es seguro que jueguen ni el delantero francés ni el central brasileño.
El Al-Hilal se impuso en semifinales al Flamengo de Brasil, con lo cual desbarató el habitual duelo Europa-Sudamérica que caracteriza a estos torneos.
Ancelotti reconoció en estos días que la presencia de Al-Hilal demuestra que “el fútbol está cambiando”, y la reflexión trajo de vuelta el recuerdo fresco de Marruecos en Qatar.
El cuadro saudí es dirigido por el argentino Ramón Díaz e incluye a varios integrantes de la selección árabe que derrotó a la Aliceleste en Qatar 2-1 en noviembre pasado.
Precisamente, dos de los héroes de la escuadra de Arabia Saudita que anotaron ante Argentina, Salem Aldawsari y Saleh Alshehri, integran el actual Al-Hilal.
Aldawsari fue autor de dos tantos decisivos el pasado martes en Tanger de los tres de su equipo ante el Flamengo.
Para evitar situaciones inesperadas y desagradables, la “casa blanca” apuesta por una plantilla que seguramente tendrá en el eje de ataque a los talentosos brasileños Vinicius Junior y Rodrygo Goes.
El miércoles pasado, el Real Madrid obtuvo una victoria contundente 4-1 frente al Al-Ahly de Egipto. Goles de Vinicius, Rodrygo, el uruguayo Fede Valverde, y el juvenil canterano Sergio Arribas.
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