El representante Hani Kobeissi criticó los intentos de interrumpir el camino del Estado y destruir la economía, a la luz de la necesidad de preservar la fuerza representada por el pueblo, el ejército y la resistencia.
Kobeissi denunció la persistencia de quienes niegan el diálogo para entregar un candidato a la presidencia en beneficio de intereses individuales y de las políticas occidentales que ejercen hegemonía y humillación sobre el pueblo.
«El Líbano hoy en día tiene una gran necesidad de comprensión y coexistencia. Pongámonos todos de acuerdo en lo que es bueno para nuestro estado e instituciones», sentenció.
Sobre este tema, el miembro del bloque Lealtad a la Resistencia Hassan Ezz El-Din, enfatizó que la única opción para salir de la crisis es nombrar un jefe de Estado con la capacidad de encontrar soluciones e impulsar las reformas de recuperación.
El parlamentario rechazó la insistencia en apostar por las orientaciones extranjeras y las presiones para imponer un nombre para la confrontación y la división interna.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Hizbulah, Ali Dammoush, consideró que la mayor preocupación de los libaneses en la actualidad resulta el colapso económico tras los altos precios del dólar, la alta factura de medicamentos y hospitalización, la falta de oportunidades de trabajo y la ausencia de medios de subsistencia, educación y salud.
El representante de la Resistencia islámica libanesa puntualizó en la urgencia de la designación del nuevo mandatario como la salida natural del túnel de las crisis y la formación de un gobierno lleno de poderes.
Dammoush recalcó que la elección presidencial constituye un mérito nacional interno, y apostar por afuera complica alcanzar un consenso a fin de una la solución factible para terminar el vacío de poder.
En este sentido, el miembro de Hizbulah llamó al entendimiento para salir del impasse ante los equilibrios existentes y la incapacidad de los bloques para resolver el consenso politico.
Pidió a quienes insisten en imponer un candidato de desafío aceptar la responsabilidad de la obstrucción, el deterioro y la continuación de la vacancia; al mismo tiempo, reclamó mayor cooperación para superar el colapso de la nación.
Bajo un gobierno interino, Líbano atraviesa el cuarto vacío de poder después de su independencia, tras la conclusión del mandato presidencial de Michel Aoun, la noche del 31 de octubre.
El Parlamento libanés repitió el 19 de enero el mismo guion de las anteriores 10 sesiones y ningún candidato de la comunidad cristiana maronita recibió el respaldo de la mayoría de 128 diputados, para prolongar la ausencia de un presidente de la República.
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