Un reporte del diario The Hill señaló que los legisladores del partido identificado con el color rojo anticiparon, al hacerse con el control del hemiciclo este año, que aprobaría rápidamente una serie de iniciativas.
Entre las medidas anunciaron un proyecto de ley de fronteras que permitiría al Secretario de Seguridad Nacional rechazar a inmigrantes en la frontera; sin embargo, la oposición de los moderados dentro de la fuerza roja impide hasta ahora la concreción de ese propósito.
Pero el retraso y el desacuerdo ponen de relieve el reto que supone para los líderes republicanos de la Cámara de Representantes gestionar una mayoría tan exigua, incluso para proyectos de ley relacionados con cuestiones que impulsan los principales mensajes del partido, comentó el medio de prensa.
En diciembre, el líder de la entonces minoría en la Cámara Baja, el republicano Steve Scalise, incluyó la Ley de Seguridad Fronteriza en una lista de 12 proyectos de ley y resoluciones que planeaban aprobar en las dos primeras semanas de la sesión del Congreso.
El proyecto de ley de marras permitiría rechazar a migrantes para lograr un «control operativo» en la frontera.
Los republicanos han acusado repetidamente al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, de no cumplir la norma legal de «control operativo» en la frontera al no impedir –dicen- las entradas ilegales y el contrabando.
De hecho, un legislador republicano presentó ya una moción preliminar para abrir un juicio político a Mayorkas.
La Ley de Seguridad y Protección de la Frontera se remite a la Ley de Valla Segura de 2006, que define el control operativo como «la prevención de todas las entradas ilegales en Estados Unidos, incluidas las entradas de terroristas, otros extranjeros ilegales, instrumentos de terrorismo, narcóticos y otros contrabandos».
Aunque esa ordenanza está en vigor desde que fue promulgada por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009), nunca se ha utilizado como medida de seguridad fronteriza.
Sin embargo, las limitaciones del proyecto de ley en materia de asilo irritan a algunos republicanos, probablemente los suficientes como para condenar la propuesta, añadió The Hill.
El congresista Tony Gonzales (republicano de Texas), que representa a un distrito de la frontera entre Estados Unidos y México, advirtió que la propuesta legislativa podría impedir las solicitudes legales de asilo.
«Una cosa es cierta, H.R. 29, la Ley de Seguridad y Protección Fronteriza, no está asegurando la frontera (…) Ese proyecto de ley no va a ir a ninguna parte por una amplia variedad de razones”, expresó.
Haré todo lo que esté en mi mano para impedir que la legislación antiinmigrante supere la línea de meta, enfatizó el también copresidente de la fuerte Conferencia Hispana del Congreso, un grupo republicano de 18 miembros.
La escasa mayoría republicana en la Cámara de Representantes significa que cualquier proyecto de ley que no cuente con el apoyo de los demócratas puede ser vetado si se niegan cinco miembros de la bancada.
De cualquier manera, aunque pasara la prueba en la Cámara de Representantes, es casi seguro que el proyecto fracasaría en el Senado, controlado por los demócratas.
Tras las elecciones intermedias del pasado 8 de noviembre, los republicanos obtuvieron una ajustada mayoría de 222 escaños (de 435, pero hay una vacante) frente a 212 de los demócratas.
Los azules, por su parte, mantuvieron su dominio con 51 butacas de 100 en el Senado, aunque posteriormente ocurrió la deserción de Kyrsten Sinema, quien decidió emprender la ruta como independiente; los rojos cuentan con 49 asientos.
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