Después de más de cuatro meses de trabajo, los especialistas de la Inspección General de Educación, Deporte e Investigación elaboraron un resumen sobre los resultados de la pesquisa, la cual reveló –según medios franceses que lo consultaron- “una gobernanza fallida” de la entidad y la “falta de autoridad moral”.
En ese sentido, advirtieron un comportamiento incompatible con el ejercicio de funciones que demandan ejemplaridad.
Le Graët, de 81 años y con mandato al frente de la FFF hasta el 2024, fue apartado temporalmente del cargo el 11 de enero durante una sesión extraordinaria del Comité Ejecutivo de la institución, que decidió separarlo hasta la publicación definitiva de los resultados de la auditoría.
Entre los elementos de peso contra el dirigente están pruebas, en particular mensajes telefónicos, de acoso, como las presentadas el mes pasado por la agente de jugadores Sonia Souid.
“Tú me haces falta”, “Sonia, voy por la tercera botella, te espero por la cuarta”, “¿Estás libre mañana por la noche?” y “Puedo invitarte a cenar mañana por la noche, insisto”, fueron algunos de los textos mostrados en cámara con visible emoción.
La inspección también arrojó una falta de capacidad para cumplir con sus misiones de parte de la directora general de la FFF, Florence Hardouin, separada igualmente de su puesto previamente.
A raíz de las informaciones divulgadas sobre la auditoría, la ministra de Deporte, Amélie Oudéa-Castéra, afirmó que “el statu quo es imposible» y señaló su expectativa de que Le Graët tome en los próximos días “las buenas decisiones”.
Si no lo hace, otros mecanismos podrían ser activados, subrayó.
rgh/wmr