Agregó que los compradores serán dos importantes productores rusos: Slotex, dedicado a encimeras y fachadas de cocina, y la empresa maderera Luzales.
Los nuevos propietarios, según Yevtujov, usarán las antiguas capacidades industriales de IKEA para fabricar productos que se venderán en las redes de distribución locales y contarán con toda clase de apoyo por parte del Ministerio de Industria y Comercio para sacar adelante el negocio y preservar empleos.
A principios de marzo de 2022 la multinacional de origen sueco suspendió sus operaciones en Rusia y Belarús por el conflicto armado en Ucrania.
A mediados de junio pasado la empresa anunció la decisión de vender sus cuatro fábricas en territorio ruso.
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